Bayern 4 – 2 Juventus
Jamás den por muerto al Bayern. Tampoco a la Juventus. Esperen hasta la última décima de segundo o ni eso. A estos dos equipos hay que rematarlos. Regalaron una eliminatoria grandiosa que los alemanes se llevaron en una prórroga que forzaron al límite. Thiago y Coman remataron cuando los penaltis asomaban.
Si la Juve parecía enterrada en Turín lo mismo pasó con el Bayern en Múnich. Les metes bajo tierra y todavía se mueven. Incluso son capaces de renacer. Los germanos resurgieron de sus cenizas para forzar la prórroga cual Ave Fénix y después ganar un partido y una eliminatoria mayúsculos.
La Juventus, como su rival en la ida, se puso 0-2. Casi todo parecía escrito. Pero el Bayern tiró de sus raíces y Müller igualó en el último minuto. Fue un regreso al pasado. Un equipo alemán atacando con el pecho por delante a un equipo italiano replegado y, pensábamos, impenetrable. El fútbol moderno fue el fútbol de antaño. Y el Bayern fue el Bayern. En la prórroga sentenció una noche para la historia del fútbol y de la Copa de Europa.
via Diario Marca